La asistencia personal es un Derecho Humano de las personas con diversidad funcional tal y como se recoge en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006 (CDPD). En dicha Convención, se hace mención específica a la Vida Independiente, a través de su Art. 19: “Derecho a vivir de forma independiente y a ser incluido en la comunidad”. De lo emanado de este articulado se desprende que, trabajar para desarrollar Políticas Sociales basadas en la Filosofía de Vida Independiente es, sin duda alguna, trabajar y preservar los Derechos Humanos para la población de personas con diversidad funcional (discapacidad).
La CDPD supone la ratificación de un cambio de paradigma que venía viviéndose desde la década de los años 80 del siglo XX: la consideración de la diversidad funcional como una cuestión de derechos humanos y no de personas que padecen una enfermedad y que haya que curarlas para que puedan integrase socialmente.
Los principios rectores de la CDPD son:
- El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas.
- La no discriminación.
- La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
- El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humanas.
- La igualdad de oportunidades.
- La accesibilidad.
- La igualdad entre el hombre y la mujer.
- El respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con discapacidad y de su derecho a preservar su identidad.
La asistencia personal es imprescindible para que las personas con gran discapacidad física sean ciudadanos de pleno derecho, en las mismas condiciones de libertad y de control sobre su vida que cualquier otra persona, y desarrollar su proyecto de vida.
Han pasado casi 20 años, y apenas hemos avanzado. A pesar de que la prestación de la asistencia personal está reconocida por llamada comúnmente “Ley de la Dependencia”, en la práctica es imposible que una persona con gran discapacidad pueda acceder a ella en nuestra comunidad. Por esto, desde IMPULSA IGUALTAT IB, seguimos trabajando para que llegue el día en que se respete este derecho reconocido legalmente.